
¿De dónde surgen las grandes ideas y cómo podemos aplicarlas en los negocios?
¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene una idea? Todos hemos tenido al menos una vez en la vida una idea que nos pareció más o menos brillante, pero ¿de dónde surgió ese proceso infinito de conexiones que nos llevó a crear una idea? Yo mismo me he preguntado esto muchas, muchas veces. Todo comenzó hace unos 10 años cuando vivía en Miami, donde comencé a trabajar como gerente para algunas empresas de bienestar. No es casualidad que durante ese período de mi vida empecé a preguntarme esto seriamente, pero volveremos a esto más adelante.
Creo que podemos definir una "idea" como cualquier resultado teórico o práctico de un proceso complicado de conexiones conscientes o inconscientes por parte de nuestro pensamiento.
La pregunta que nos hacemos ahora es qué pudo haber provocado este complicado proceso que nos llevó a llegar a una idea.
A menudo se piensa que las grandes ideas son sólo el resultado de mentes particularmente brillantes pero ¿es realmente así como se ve en la imaginación común o podemos conectarlas a ciertos procesos y condiciones que se activaron, voluntaria o involuntariamente, antes del logro de esta intuición?
El ser humano es una criatura con inteligencia y una increíble capacidad de reaccionar a estímulos directos o indirectos. Cada vez que aprendemos, leemos o vemos algo nuevo, nuestro cerebro crea nuevas conexiones para procesar la información que acaba de recibir y tratar de comprenderla, por lo tanto se inicia un proceso de comprensión voluntaria e involuntaria del estímulo. Los procesos más conocidos a los que solemos atribuir la capacidad de hacernos producir nuevas y grandes ideas son el estudio del tema sobre el que nos gustaría producir una nueva intuición, las lecturas o informaciones obtenidas a través de los medios de comunicación para aprender lo máximo posible sobre un tema determinado, pero ¿son los únicos factores que nos llevan a llegar a nuestro objetivo y por tanto a una nueva idea? Para responder a esta pregunta debemos dar un paso atrás en la historia de la evolución humana. La mayoría de las grandes ideas de innovación surgieron casi por casualidad o más bien durante períodos en los que no nos concentrábamos activamente en lograrlas. Algunas de las mentes más brillantes de la historia, entre las que se encuentran sin duda Leonardo da Vinci y Thomas Edison se destacaba por tomar siestas de 20 minutos cada vez para permitir que el cerebro descansara y dejara de concentrarse en un solo tema. Esto se debe a un mecanismo por el cual el cerebro puede “desprenderse” del sujeto, utilizando la relajación o la distracción para crear conexiones nuevas y únicas, y reanudar y potenciar los procesos cognitivos, coordinativos y creativos. La distracción del tema ayuda a la consecución de nuevas ideas. Otro catalizador muy poderoso de ideas es la red, no me refiero a la web sino a la red como conexión entre varios individuos, compartir en cambio la protección exagerada de las propias ideas puede permitir que éstas se contagien de las de otros para crear nuevas versiones siempre mejores que las anteriores, con una visión más amplia.
En esto las grandes ciudades pueden ser de gran ayuda, aquí volvemos a mi prefacio inicial al describir a Miami como la ciudad detonante de mi constante pregunta sobre el origen de las ideas.
Una ciudad grande ofrece numerosas posibilidades, incluidas conexiones con personas de diferentes orígenes, culturas, experiencias, pensamientos y ocupaciones.
Los mayores avances de la historia, así como las mayores ideas, se han producido dentro de una red fluida o una comunidad de personas. En un entorno de este tipo, tu pensamiento original o tus ideas pueden sufrir lo que me gusta definir como un "contagio agradable", es decir sumarse a puntos de reflexión que nosotros, o nuestros interlocutores, no habíamos pensado para modificar, mejorar y enriquecer nuestros procesos cognitivos creando nuevos vínculos adicionales que serán fundamentales en nuestra consecución de una gran idea.
Llegamos ahora al punto central de esta reflexión, es decir cómo crear una idea ganadora aplicada al negocio. Hemos visto pues dónde puede surgir una gran idea y cómo podemos facilitar este proceso pero ¿qué falta para que todo esto se concrete en un proyecto empresarial o una startup?
Para aplicar lo dicho a un modelo de negocio y lograr que sea exitoso o innovador debemos intentar combinar todos los factores que hemos visto anteriormente. Podemos pues resumirlos de la siguiente manera:
_ Curiosidad e información: Infórmate, infórmate y vuelve a informarte. La curiosidad es el motor de nuestro cerebro y de nuestros pensamientos, cultivando pasiones e intereses y profundizándolos siempre. Intenta también mantenerte siempre informado de lo que te rodea, de lo que ocurre en el mundo y hazte siempre preguntas en lugar de dar todo como cierto sin profundizar. Da rienda suelta a tu curiosidad, sigue siendo uno de los mayores dones con los que estamos equipados.
_Estudio: Sea cual sea el sector de referencia, Debes intentar conocerlo lo mejor que puedas, leer artículos, estudiar libros, intentar aprender de gente más experimentada, y aprender como una esponja todo lo que te puedan transmitir, pero siempre y en todo caso con una pequeña parte de ti que tenga que cuestionarlo, para garantizarte ese nivel de curiosidad que te seguirá estimulando a profundizar siempre. El conocimiento de un tema y la curiosidad pueden hacerte descubrir lagunas, deficiencias o mejoras en un área determinada que tu idea podría remediar.
_ Ocio y descanso: Como ya hemos comentado, el cerebro reacciona mejor a la creación de nuevas conexiones e ideas creativas si se le da tiempo para distraerse voluntariamente. Intenta cultivar alguna afición, practicar algún deporte, salir, en definitiva, divertirte voluntariamente. Dale tiempo a tu cerebro para descansar y así podrás agradecerte proporcionándote nueva energía y conexiones.
_ Busca una red fluida: Si tienes oportunidad, viaja lo máximo que puedas o intenta mudarte a una ciudad grande para conocer tantas personas, realidades, culturas y sistemas como sea posible. Déjate contagiar por nuevas formas de ver y razonar.
_ Compartir: Compartir tus ideas ayuda a que haya posteriores mejoras que nos puedan aportar nuestros interlocutores. Los intercambios de opiniones y retroalimentación también pueden ayudarle a mejorarlas más. Recuerde que dos o más personas con una idea incompleta uniéndose pueden crear una gran idea.
Además, hablar y discutir con otras personas puede ayudarte a validar tu idea o tu modelo de negocio (si ya estás en el siguiente paso), puedes entender los temas críticos, las brechas, las debilidades, el interés real del mercado, etc. Este será su primer estudio de mercado, así que comparta sus ideas con la mayor cantidad de personas posible.
Una vez realizada esta primera encuesta, con base en la respuesta recopilada de personas externas a tu idea pero aún potenciales usuarios de tu producto o servicio, puedes confirmar la validez de tu modelo o realizar pivotes, modificaciones, ampliaciones y/o variaciones a la idea de negocio para crear una versión aún más mejorada y, Sobre todo, seré parcialmente validado.
Una vez ordenados estos puntos, podemos seguir adelante e intentar responder a la pregunta fatídica y más importante en la fase final de creación de una idea. ¿Cual es la necesidad o problema que puedo solucionar con esta idea?
Si puedes responder a esta pregunta, finalmente habrás encontrado lo que estás buscando, una idea, quizás una gran idea que valga la pena perseguir.
Concluyo diciendo que las ideas son fruto de una voluntad de nuestra parte de buscarlas pero no pueden existir sin la parte involuntaria de conexiones resultantes de diversas actividades complementarias a la mera concentración en la idea misma.